Un templo y sus historias de miles de años
El complejo de grutas y templos de Dambulla, ubicado en la zona central de Sri Lanka, ha sido habitado por más de dos mil años consecutivos. Debido a esto es un lugar de gran importancia arqueológica y arquitectónica, y al mismo tiempo una importante meta sagrada de peregrinación para los fieles del budismo.
En toda el área hay al rededor de ochenta cuevas documentadas, de las cuales cinco son las más interesantes y las más visitadas. Sus espacios interiores están exquisitamente decorados con esculturas, entre las cuales resaltan las enormes esculturas de Budha esculpidas directamente en la propia roca de granito, y murales que fueron pintados a través de los siglos, los cuales al seguir los pliegues de la roca otorgan a la obra una asombrosa textura de temas y colores.
Las imágenes de las decoraciones representan momentos de la vida de Budha así como también algunas deidades hindúes y eventos importantes de la historia de Sri Lanka.
Los murales cubren una superficie total de 2.100 metros cuadrados: ¡asombroso!
Al este del complejo de grutas se encuentra el Templo Dorado, identificable por su enorme estatua del Budha sentado, de más de treinta metros de altura. La estructura de esta estatua está construida con cemento y ladrillos, mientras que la superficie está cubierta de un enchapado de oro. El templo en realidad es parte de un monasterio, construido mucho más recientemente en la historia del complejo, para albergar a los monjes budistas.
Para cerrar la visita a este impresionante lugar con broche de oro, basta esperar al atardecer cuando cientos de golondrinas animan el ambiente de las cuevas con su vuelo.