La construcción de templos en la antigua Sri Lanka
La mayoría de los más famosos templos de Sri Lanka ocupan los lugares que antiguamente estaban destinados a monasterios donde albergar monjes budistas durante su vida reclusa y dedicada a la meditación. Estos buscaban refugio dentro de cuevas naturales que se habían formado en la selva, adaptando los espacios a sus necesidades cotidianas y espirituales.
Con el tiempo se fueron agregando puertas, ventanas y muros de ladrillo o piedra, de modo que las cuevas iniciales acabaron convirtiéndose en verdaderos templos, a veces de dimensiones monumentales y con exquisitas decoraciones. Algunas paredes fueron levantadas con materiales de construcción mientras que en otras se aprovechaban los planos de las mismas cuevas, cubriéndolas de yeso blanco que sería decorado sucesivamente.
Puedes explorar personalmente este tipo de construcción adentrándote en las decenas de cuevas de los complejos de Dambulla o Mihintale, entre otros. Las “dagabas” representan otro tipo de construcción espiritual notable de la antigua Sri Lanka. En efecto, las dagabas diseñadas y construidas en Sri Lanka son las más grandes estructuras de ladrillo levantadas en la era de la pre-modernidad. La construcción de una dagaba se consideraba un acto de gran mérito y su función principal era la de resguardar alguna reliquia del Buda. De hecho, la palabra singalesa “dagaba” significa literalmente “cámara de reliquia o esencia” con raíces etimológicas de la lengua Pali: dhātu (esencia) y garbha (cámara).
Este uso se reflejaba también en el diseño y la distribución de las entradas, las cuales se realizaban de tal manera que estuviesen alineadas con la cámara que contenía las reliquias. Otro aspecto a destacar es el revestimiento uniforme de cal blanca en su superficie externa, que le otorgan un aspecto de pureza y contraste con el entorno tropical.
