La palma de coco y sus derivados: valiosos tesoros
La palma de coco es parte de la cultura local desde su origen. Es una planta de mil usos, de la cual se aprovecha todo, desde la madera que se utiliza para los tejados y vigas de las casas típicas locales, la que se quema para hacer fuego en las cocinas rurales hasta las hojas utilizadas entretejidas para crear techos, paredes divisorias y cercas en las cabañas de los aldeanos.
La cáscara externa de los frutos se procesa para producir cuerdas y tejidos, mientras que las flores tienen varias aplicaciones en la medicina tradicional de la isla. La cáscara interna de los cocos se utiliza como implemento contenedor de comida y también como base de diversos artículos de artesanía. También se utiliza para ayudar a la sostenibilidad, ya que las cáscaras regresan a la tierra como abono… más orgánico imposible… Hasta el nervio de las hojas de la palma se seca y se utiliza para fabricar escobas, ¡nada se desperdicia!
Y por supuesto, está su fruto, uno de los alimentos principales en la dieta de Sri Lanka. Del coco se consume el agua fresca que resguarda dentro, rica de minerales, así como su carnosa pulpa blanca de la cual también se extrae un jugo conocido como leche de coco. La leche de coco se utiliza en muchas recetas para espesar caldos y currys. Otro de los tesoros que ofrece la palma de coco es su aceite, muy utilizado localmente al cocinar. Además de ser un aceite con un sabor muy particular y aromático, y un excelente acondicionador de pelo, se ha demostrado que fortalece el sistema inmunológico.
Como te habrás dado cuenta, la palma de coco es un tesoro para la población de Sri Lanka.