Piedras lunares de Sri Lanka

Al principio de los tiempos al sur de la isla de Ceilán donde Buda eligió seguir su doctrina, las entrañas de la tierra ofrecieron a una piedra, el reflejo de la luz. La leyenda cuenta que un día de luna llena los rayos de los astros se transformaron en una gema de colores fascinantes y tenedora de poderes mágicos.

Las gemas radiantes, como la piedra de la luna, tienen reflejos diferentes en función de los juegos de luces. Desde hace siglos los viajeros y vendedores traen piedras. Ya Marcopolo en el siglo 13, se hace embajador del gran khan para negociar las gemas.

Hay vendedores que llevan toda una vida dedicándose a las piedras lunares. Sus mejores ofertas se les hace directamente en el yacimiento, a veces de grandes piedras de otros negociadores obtienen comisión, pero para ellos, suele ser mucho menos interesante.

A menudo en el primer contacto, los vendedores intentan vender piedras falsas para medir la competencia del comprador.

Las lluvias torrenciales detienen a menudo las búsquedas a mediados de año, las piedras de la luna suelen ser arrastradas por los aluviones, arrancadas a las montaña cercanas quedando en la cama de los ríos las gemas más pesadas. Desde entonces, los ríos han sido desviados pero los aluviones aún llegan. Los mineros cavan pozos de más de 10 metros de profundidad para llegar a la zona más antigua y más rica.

En el video, podrás conocer más acerca de las maravillosas piedras lunares de Sri Lanka.