Paisajes de Sri Lanka con encanto desde el tren

Sorprenderse en Sri Lanka no es cosa complicada, sobre todo cuando se va subiendo por las colinas a bordo de un nostálgico tren, atravesando bosques y valles de encanto. A medida que se va ascendiendo la temperatura en las montañas se va haciendo cada vez más fresca.

El viaje inicia partiendo de una espesa selva, el paisaje se va abriendo hasta la zona de valles cubiertos por las sugestivas plantaciones de té. Una suntuosa alfombra de color verde vibrante encanta la vista y simplemente te hace sonreír. Ésta es una de las sorpresas más silenciosas y encantadoras de Sri Lanka, porque las cosas asombrosas no tienen porque ser ruidosas. Pueden también ser lentas y balsámicas, pueden entrarnos en la mente como una bocanada de aire fresco, como la visión de un mosaico de plantas. Así es Sri Lanka.

Junto con las sonrisas de las personas que te acompañan en el viaje, en el tren vas sorbiendo lentamente este paisaje para no olvidarlo nunca. Tus ojos se pasean por los arbustos de té, ordenados y alineados con las curvas de las colinas. Con tu mirada sigues los senderos de tierra que atraviesan las plantaciones, parece que te invitaran a recorrerlos para explorar estos dulces valles. Subiendo la vista admiras los altos y filiformes robles que, ubicados estratégicamente sirven de parasol, brindando sombra y cobijo a las plantaciones de té bajo ellos. Los saltos de aguas, cascadas de vibrante sonido bañan las tierras de frescas y limpias aguas bajando con su fuerza de vida por las tierras del té.

Te alegras de que el tren se desplace lentamente, que vaya retrasado y que no haya puntualidad de que preocuparse. Tómate tu tiempo, sorpréndete lentamente y disfruta Sri Lanka.