KANDY
Enclavado en el norte de la región montañosa de la isla, en medio de exuberantes montañas, la Ciudad Real de Kandy, fue el hogar del último reino independiente, sobreviviendo a dos siglos de incursiones coloniales por parte de portugueses y holandeses antes de caer ante los británicos en 1815. El legado de esta orgullosa tradición perdura hoy en día en la forma de la arquitectura distintiva de la ciudad, el arte y la danza.
La joya de la ciudad es el Dalada Maligawa o Templo del Diente, que alberga la reliquia del diente de Buda, un objeto de veneración para todos los budistas. Esta es una de las visitas obligadas cuando viajes a Sri Lanka. Se dice que el diente fue arrebatado de la pira funeraria de Buda y la introdujeron de contrabando en Sri Lanka en el pelo de una princesa. Esta reliquia tiene un gran significado espiritual.
La mejor manera de recorrer y experimentar la sensación de esta ciudad histórica, es paseando alrededor del lago o explorando los numerosos templos de las colinas cercanas.
Cada año en julio o agosto se celebra en las calles, la Esala Perahera (perahera significa «procesión”). Es una espectacular exhibición de elefantes engalanados fastuosamente, bailarines de fuego girando, sonoros tambores y bateristas kandyanos deleitando a sus espectadores en una espectacular muestra de pompa medieval.
También experimentar el tambor pulsante de ritmos y coloridos bailes tradicionales en un ambiente cultural es otra de las recomendables experiencias.
Durante muchos siglos, los comerciantes se han sentido atraídos por el encanto de las especias de la isla. Por ello una visita a los innumerables jardines de especias, al norte de Kandy, le permitirán ver cómo la canela, el clavo, la nuez moscada, la pimienta y el cardamomo continúan floreciendo en la tierra fértil de la isla.
Kandy es uno de los 8 sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Puedes ampliar la información en estos artículos que hemos publicado en nuestro blog: