Viajar a Sri Lanka, la mejor forma de combatir los efectos del invierno en tu estado de ánimo.
Los efectos del cambio climático se están dejando notar de manera cada vez más acusada. Por ejemplo, en España hemos vivido un verano mucho más largo de lo normal, que se ha prolongado hasta finales de octubre y que nos ha llevado a pasar, prácticamente, de las chanclas de playa al abrigo. Y esto, además de causar estragos en el medioambiente, también está causando estragos en nuestro estado de ánimo.
Si la llegada del otoño y el cambio de hora siempre ha provocado un sentimiento general de tristeza, pasar directamente al invierno está siendo difícil de gestionar para algunas personas. A la tristeza que el cambio de estación suele provocar, se unen sentimientos más profundos: pesadumbre, apatía, desmotivación, falta de energía, abatimiento, vacío…
En definitiva, la llegada del invierno tras unos meses más luminosos y calurosos de lo normal nos está dejando bastante abatidos y perdidos. ¿Cómo remediarlo?
Pues existen muchos consejos para combatir los efectos que causan el invierno, el frío y la falta de luz en nuestro ánimo, pero a esos consejos queremos sumar otro: viajar a Sri Lanka.
Así afecta el invierno a tu estado de ánimo.
Que el clima afecta al estado anímico no es una leyenda urbana. De hecho, existe un trastorno clínicamente reconocido que se denomina Trastorno Afectivo Estacional (TAE) y que es una aflicción real que cada vez sufren más personas, probablemente por esa llegada brusca del invierno tras un verano que se prolonga más de lo que estábamos acostumbrados.
Este trastorno se produce en invierno y se caracteriza por lo que ya sabes: un pequeño cuadro depresivo que normalmente mejora con el paso de las semanas pero que, mientras tanto y no, provoca estados anímicos muy bajos y desesperanzados.
La explicación debemos buscarla sobre todo en el desequilibrio que se produce en los niveles de serotonina y melatonina de nuestro cuerpo: al haber menos horas de sol y pasar a llevar una vida con menos contacto con la naturaleza y el aire libre, se suele producir un aumento de los niveles de melatonina y una disminución de los niveles de serotonina que es la llamada “hormona de la felicidad” que regula nuestro estado anímico y nos hace estar más eufóricos y alegres.
¿Y si rompes el frío invierno con unos días de sol, playa y relajación?
La solución para combatir ese bajón anímico que causa el Trastorno Afectivo Estacional es de sobra conocida: mantener una buena higiene del sueño, realizar deporte, aprovechar las horas de luz en espacios exteriores, alimentarse de manera saludable… y realizar un viaje a un lugar que te calme espiritualmente y que, además, te proporcione ese chute de energía extra que aporta el sol, el calor, el buen tiempo, la brisa del mar…
En definitiva, una manera de llevar mejor el invierno y que este no pase factura en tu estado de ánimo es planificar un viaje a un destino como Sri Lanka.
No tienes por qué pasar ocho meses bajo un clima que nubla tu mente, dinamita tu estado anímico y bloquea tu vitalidad interior. Ven a Sri Lanka para recuperar tu energía y encontrar un oasis dentro del gélido invierno. Además, este viaje no solo te dará la oportunidad de salir de esta estación, sino que también aportará la ilusión y la motivación perdidas.
Recuerda que a Sri Lanka puedes viajar todo el año porque las épocas de monzones siempre afectan a zonas muy puntuales y contrarias dentro de la isla (por lo que puedes venir a la que no esté afectada por las lluvias monzónicas). Con una temperatura media de 27 ºC, volverás a renacer y alejarás de ti esa pesadumbre que te estaba eclipsando y no te dejaba disfrutar la vida de una manera más plena, vitalista y consciente.
Si quieres que este invierno no deje huella en tu estado anímico, contacta con nosotros para informarte sobre realizar un viaje a Sri Lanka y su precio. En nuestra agencia diseñamos y organizamos viajes muy personalizados, a la medida de lo que necesita cada viajero para que así, el verdadero viaje sea en su interior. Te esperamos en Viajes Sri Lanka.
